Publicado en Expansión el 18 de septiembre de 2024.
Es probable que las condiciones para el inicio de su gobierno no eran las que Claudia Sheinbaum hubiera deseado. La aprobación de la reforma al Poder Judicial y el comportamiento de algunos indicadores económicos, como el tipo de cambio o el crecimiento del PIB, han generado en el sector empresarial mexicano y extranjero y en muchos sectores de la sociedad, un clima de inquietud y duda.
Tan pronto como Claudia Sheinbaum tome posesión como Presidenta de México, el primero de octubre, los empresarios y los mercados internacionales buscarán señales que puedan confirmar los temores de que será una calca del presidente López Obrador o de que desarrollará un estilo propio, menos ideológico e intransigente. Con toda certeza, quienes esperan una ruptura inmediata con el presidente se decepcionarán. No está en el interés de la presidenta ni en el de México, que exista una ruptura entre López Obrador y su sucesora. Generar tensiones en el grupo gobernante añadiría turbulencias que no sirven a nadie.
Pero la presidenta Sheinbaum tiene mucho márgen de maniobra para escoger su espacio y tomar decisiones que no la contrapongan con el presidente ni alimenten el morbo de sus críticos en la oposición o dentro del gobierno. Algunas de las áreas en las que puede desarrollar propuestas inocuas que generen confianza en su gobierno pueden ser las siguientes:
1.- Política exterior. El presidente López Obrador tuvo un claro desinterés por la política exterior. Nunca le invirtió tiempo ni le imprimió un sello propio que distinguiera a México en el mundo. Claudia Sheinbaum puede armar una activa agenda internacional para asistir a la Cumbre de Líderes del G-20 en Rio de Janeiro el 18 y 19 de noviembre o visitar al presidente electo de Estados Unidos en su primera reunión bilateral. Reconocer al ganador de las elecciones de Estados Unidos el mismo día en que se conozcan los resultados puede ser otra señal alentadora.
2.- Banco de México. Es fundamental que la presidenta electa mantenga la independencia del Banco Central. Una señal importante será que proponga un sólido perfil financiero para sustituir a la subgobernadora Irene Espinoza Cantellano cuando termine su período el 31 de diciembre de 2024.
3.- Órganos autónomos. Aunque la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), o el Instituto Nacional de Transparencia (INAI) y otros organismos autónomos fueran absorbidos por una dependencia del gobierno, la presidenta puede estructurar su integración de manera que tengan independencia y nombrar como responsables a personalidades que los manejen con imparcialidad y probidad y lejas de las influencias políticas.
4.- Leyes secundarias. La presidenta puede poner su sello en las leyes que darán forma a las reformas constitucionales, como la del Poder Judicial, para aterrizarlas con procesos y estructuras que eliminen los temores y desconfianzas de ciudadanos, empresas y naciones socias de México.
5.- Seguridad. Aunque la presidenta ha generado grandes expectativas con la designación de García Harfuch, dejar a un lado la política de “abrazos no balazos” en la lucha contra el crimen organizado será un tema delicado. No obstante, el caso de El Mayo Zambada y las declaraciones de los candidatos presidenciales de Estados Unidos, reflejan un cambio de política del principal socio de México ante el creciente poder de la delincuencia en México. Quizá la detención de un capo notorio sea un paso muy aventurado para el nuevo gobierno, pero Claudia Sheinbaum tendrá que desarrollar una nueva relación de seguridad con Estados Unidos que le permita ganar tiempo ante la impaciencia estadounidense.
6. Pemex y energías renovables. Sheinbaum sabe que la situación de Pemex es delicada y tiene un gran peso en la percepción de los mercados, por lo que se espera que tenga un plan preciso para la empresa petrolera. Por otro lado, sus acciones en la Ciudad de México le permitirían anunciar una atractiva estrategia de generación de energía basada en fuentes renovables.
7.- Ciencia y chips. La creación de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, dirigida por Rosaura Ruiz Gutiérrez, es una gran oportunidad para la promoción de la iniciativa que tengan un gran impacto económico. Además, puede aprovechar el interés de Estados Unidos en el desarrollo de la industria de microprocesadores para anunciar una propuesta de integración que abra nuevas oportunidades de desarrollo en México.
Claudia Sheinbaum tiene un gran abanico de opciones para mandar señales de confianza y certidumbre a los inversionistas de México y el mundo. Ya lo hizo nombrando a personas capaces y con experiencia para su gabinete, en especial las más cercanas a su trabajo en la Ciudad de México como Jesús Esteva, Luz Elena González, Omar García Harfuch, o especialistas como David Kershenobich, Julio Berdegué y Víctor Rodríguez Padilla.
Hay muchas decisiones concretas que Claudia Sheinbaum puede en áreas que no la confronten con López Obrador y que tranquilicen a empresarios, analistas y mercados. A las que describo se pueden añadir propuestas en infraestructura, impuestos, educación, que produzcan mayor respaldo y ofrezcan espacio para comenzar su gobierno en mejores condiciones y permitan detonar el crecimiento económico que lleve a México a la posición que merece entre las economías y naciones del mundo.
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Sheinbaum: presidential signals of confidence
Article published in Expansion, September 18, 2024
It is likely that the conditions at the start of her administration were not what Claudia Sheinbaum would have desired. The approval of the judicial reform and the behavior of certain economic indicators, such as the exchange rate or GDP growth, have created a climate of concern and doubt among the Mexican and foreign business sectors, as well as in many areas of society.
As soon as Claudia Sheinbaum takes office as President of Mexico on October 1st, both business leaders and international markets will be looking for signs to confirm their fears that she will be a copy of President López Obrador or whether she will develop her own, less ideological and uncompromising, style. Those hoping for an immediate break from the current president will surely be disappointed. It is neither in the president’s nor Mexico’s interest for there to be a rift between López Obrador and his successor. Generating tensions within the ruling group would only add to the turmoil, which serves no one.
However, President Sheinbaum has a lot of room to maneuver, allowing her to make decisions that neither put her at odds with the president nor feed the curiosity of her critics, whether they are from the opposition or within the government. Some areas in which she could introduce proposals that inspire confidence in her administration are as follows:
Foreign Policy: President López Obrador clearly showed little interest in foreign policy. He never invested time in it nor stamped it with his own distinctive approach that set Mexico apart on the global stage. Claudia Sheinbaum could build an active international agenda by attending the G-20 Leaders' Summit in Rio de Janeiro on November 18-19 or by visiting the U.S. president-elect for her first bilateral meeting. Acknowledging the winner of the U.S. election on the same day the results are announced could also be another encouraging signal.
Bank of Mexico: It is essential for the incoming president to maintain the Central Bank's independence. An important signal would be the appointment of a solid financial expert to replace Deputy Governor Irene Espinosa Cantellano when her term ends on December 31, 2024.
Autonomous Institutions: Even if agencies such as the Federal Economic Competition Commission (COFECE), the Energy Regulatory Commission (CRE), the Federal Telecommunications Institute (IFT), or the National Transparency Institute (INAI), among others, were absorbed by a government department, the president could still structure their governance to ensure their independence. Appointing leaders who manage these agencies impartially, with integrity and free from political influence, would be a key step.
Secondary Laws: Sheinbaum could make her mark on the secondary laws that will give shape to constitutional reforms, such as the one affecting the judiciary, by designing processes and structures that dispel the concerns and distrust of citizens, businesses, and Mexico’s international partners.
Security: While Sheinbaum has raised high expectations with the appointment of García Harfuch, moving away from the "hugs, not bullets" approach in the fight against organized crime will be a delicate issue. However, the case of El Mayo Zambada and the statements of U.S. presidential candidates reflect a policy shift from Mexico's main partner due to the growing power of crime in Mexico. Although the capture of a notorious crime boss may be too bold for the new administration, Sheinbaum will need to forge a new security relationship with the United States to buy time amid growing U.S. impatience.
Pemex and Renewable Energy: Sheinbaum is aware of Pemex’s fragile situation and its significant impact on market perceptions, so it is expected that she will present a clear plan for the state-owned oil company. On the other hand, her actions in Mexico City could allow her to announce an attractive renewable energy generation strategy.
Science and Microchips: The creation of the Ministry of Science, Humanities, Technology, and Innovation, headed by Rosaura Ruiz Gutiérrez, presents a great opportunity for initiatives with substantial economic impact. Furthermore, Sheinbaum could take advantage of the U.S.’s interest in developing the microchip industry by announcing an integration proposal that opens new development opportunities for Mexico.
Claudia Sheinbaum has a broad array of options to send signals of confidence and certainty to investors both in Mexico and abroad. She has already demonstrated her capacity by appointing experienced and capable individuals to her cabinet, particularly those with whom she worked closely in Mexico City, such as Jesús Esteva, Luz Elena González, Omar García Harfuch, or experts like David Kershenobich, Julio Berdegué, and Víctor Rodríguez Padilla.
There are many concrete decisions that Claudia Sheinbaum can make in areas that do not put her in conflict with López Obrador, while also reassuring business leaders, analysts, and markets. In addition to the proposals outlined here, initiatives in infrastructure, taxation, and education could provide broader support and create space to begin her administration under better conditions. These actions could trigger the economic growth that will position Mexico where it belongs among the world's economies and nations.
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